Día 258 - Abriendo memorias de ‘cuando estoy enfermo’: parte 1

Hace unos días atrás había decidido comenzar a ser más específico y práctico durante mi día, es decir, estar más prácticamente haciendo cosas, actividades, responsabilidades y demás, pero al siguiente día terminé enfermo, me sentía como débil en todo mi cuerpo, y comencé a tener dolores de cabeza y esas cosas. Mi novia me dijo que no me voy a ir a mi casa, que me voy a quedar con ella y ella me va a cuidar. A medida que pasaba el tiempo y yo estaba en la cama, surgían como algunas cosas que tendría que hacer, pero ‘no tendría ganas de hacerlas’ y justificaría que ‘estoy enfermo, estoy adolorido’, ‘no me gusta hacer las cosas en estas condiciones’, y entonces le pediría a mi novia que las haga por mí, eventualmente ella reaccionó a este comportamiento mío diciéndome que soy un flojo, que no quiero hacer las cosas, que estaba siendo muy exagerado, que la trato de empleada. Lo que fue interesante en todo esto es el realmente darme cuenta de que sí, el estar enfermo lo he utilizado como una manera de ‘justificar’ mi ‘flojera’ de hacer las cosas, y he utilizado el ‘estar enfermo’ como una manera de ‘no levantarme en y como mi decisión de ser más específico y práctico’.

Aplicación de Perdón a Uno Mismo

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo usar mi estado físico de ‘estar enfermo’ como una excusa para mi experiencia de flojera de tener que hacer las cosas, para que de esa manera mi experiencia de flojera sea aparentemente más válida porque ‘estoy enfermo’, en donde recuerdo cuando estaba con vómitos, o estaría con fiebre o alguna otra cosa cuando era niño, y mi mamá me traería las cosas a la cama, me cuidaría y me daría lo que necesitaba y estaría en una situación totalmente de ‘comodidad’ al no tener que hacer nada.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo desear comodidad cuando estoy enfermo, es decir desear encarnar esta idea de que si estoy enfermo entonces van a tener que cuidarme, darme y hacerme las cosas, y entonces usar a las personas con las que establecí una relación para que puedan cuidarme, darme y hacer las cosas por mí, mientras yo estoy en mi estado físico de ‘enfermo’, sin poder hacer nada aparentemente.

Algo que veo interesante cuando estoy experimentándome enfermo es los dolores, es que deseo comodidad y no tener que moverme ni nada por el estilo porque si me movería experimentaría dolor al hacer algún esfuerzo, algo en sí, experimentaría el dolor, experimentaría el sentirme débil y son cosas que he temido sentir y que he reaccionado con ‘no quiero más’, por tanto he creado como esta resistencia a tener que experimentar dolor o el sentirme débil.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo generar el deseo a la comodidad cuando estoy enfermo por miedo a experimentar dolor y debilidad a medida que me esfuerzo por cuidarme, por hacer las cosas que tengo que hacer y darme las cosas que tengo que darme.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo reaccionar con temor al dolor y a la debilidad cuando estoy enfermo, ya que así cuando estaría a punto de experimentar dolor y/o debilidad o estoy experimentando dolor y/o debilidad debido a mi estado físico de enfermo pueda crear este conflicto interno de no querer seguir estando en el dolor, y entonces busque alguna forma que pueda usar para ‘no tener que experimentar dolor’, por tanto deseo comodidad y al desear comodidad cuánticamente estos recuerdos de cuando mi mamá me cuidaba y hacía las cosas por mí las usaría para formarme una idea actualmente y así usarla con alguien que pueda tomar el lugar de mi mamá.

Me acuerdo una vez, cuando era niño, que sentía mucho dolor de panza y lloraba estando en la cama de mis padres y mi mamá me decía “tranquilo mi chiquito, no llores”, “bueno, bueno” con un tono suave y como haciendo sonar las palabras un poco alargadas como “bueeeno, bueeeno”, el cual me hacía sentir que ‘ella estaba conmigo’, ‘ella entendía lo que estaba pasando/sintiendo’ y que entonces ‘tengo que tranquilizarme porque todo estará bien’. Cuando ella se iría y me quedaría solo, me quedaría con mis pensamientos de que me duele y que ahora ‘estoy solo’, y entonces me victimizaría porque ‘estoy enfrentando esta situación solo’, entonces lloraría muy fuerte como si el dolor ‘fuese peor’ pero en realidad es que me estaba victimizando para que mi mamá vuelva y pueda sentirme que todo está bien y que ella estaba conmigo, que me cuide.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo generar estas experiencias de que ‘mi mamá está conmigo’, ‘mi mamá entiende lo que estoy pasando/sintiendo’ y que ‘tengo que tranquilizarme porque todo está bien’ cuando mi mamá me dijo “tranquilo mi chiquito, no llores”, “bueeeno, bueeeno” con un tono suave y haciendo sonar las palabras un poco alargadas cuando estaba experimentando dolor físico al estar en enfermo, donde de hecho mi mamá estaba conmigo sí, tanto cuando estaba cerca de mí como cuando estaba en otro lado de la casa, sin embargo, usé esas palabras, esa tonalidad, esa voz para crear esta experiencia de ‘sentirme acompañado’ al estar en su presencia, y al no darme cuenta de que estaba creando yo mismo esta experiencia de que ‘mi mamá está conmigo’, ‘mi mamá entiende lo que estoy pasando/sintiendo’, simplemente trataría de volver a crear la experiencia, usando la victimización para que mi mamá vuelva y me siga tratando así, siga hablándome y diciéndome que está conmigo.

Me perdono a mí mismo el haberme aceptado y permitido a mí mismo generar la experiencia de ‘sentirme acompañado’ cuando alguien está cuidando de mí, haciendo cosas por mí o dándome cosas, para creer que no estoy solo de hecho y así ir en búsqueda de esas personas que me atienden, me cuidan, hacen cosas por mí, me dan cosas porque esas personas me harían sentirme acompañado, sin darme cuenta que yo mismo he creado esta experiencia de sentirme acompañado, a partir del cuidado y atención que mi mamá me daba cuando estaba enfermo.

Ok, continuaré en el próximo post.