sábado, 16 de junio de 2012

Día 32


Me resistí a escribir este punto, que es prominente dentro de mí y como estoy moviéndome.
Había estado de acuerdo en cambiar, en parar todos los grandes problemas para de una vez y por todas terminar con los problemas, que todo se solucione pero todavía no estaba siendo honesto conmigo mismo – desde la perspectiva de no hablar severamente aquí, simplemente tomé, tomaba en consideración todo a mi alrededor y todo lo que conozco y lo conectaba a mi, quería que todo se solucione, quería que todo cambie conectándome a todo y hablar dentro de esa conexión, en la que percibía que estaba siendo visto por alguien más, que tal debía de escuchar, que debía de cambiar, que debía de tomar estas palabras y sentirse culpable, mal, horrendo por lo que estaba permitiendo y aceptando, todo fue exteriorizado y me di cuenta de eso de una manera genial, realmente fue estupendo. Aquí la explicación:

Ayer había decidido salir a caminar ¿estoy caminando correctamente mi proceso? ¿Es como esto se tiene que caminar? ¿Estoy haciendo bien mi proceso? Miedo… dije, esto es miedo! Así que comencé a perdonarme a mí mismo en mi camino y llegue a un punto de darme cuenta que cuando hacía el perdón mirando hacia adelante, luego miraba alrededor a ver quien me observaba y cosas así; si había el suficiente ruido para no llamar la atención, si había suficientes personas para que mi voz no haga eco – me pregunte ¿a las personas les importa lo que diga? Viendo la naturaleza en la cual existimos que es interés propio en su totalidad me di cuenta de que NO, las personas no me conocen, no les interesa que diga o que haga. Esto es absolutamente estúpido pensar que podría ser recriminado por lo que diga, cuando no les interesa, lo vi desde este punto de vista: si estoy siendo golpeado ¿a la gente le interesa? Si estoy siendo maltratado ¿a la gente le interesa? Si estoy teniendo un problema y necesito ayuda ¿a la gente le interesa? NO, a la gente no le importa (no en el caso de todos por supuesto, esto es desde la generalidad de la “naturaleza”). Entonces con coraje me perdonaba.
Luego no podía, me detenía meramente y sutilmente – estuve caminando por la ciudad y llegue a un lugar todo plano donde había varios metros sin obstáculos que pueda golpearme y quise caminar con los ojos cerrados para ver cuanto podía estar con los ojos cerrados caminando – un par de metros caminando y sentía miedo a chocar y me detenía, lo volví a hacer, cuando percibía que estaba a punto de golpearme o chocar con algo, tomaba un respiro y la parálisis terminaba, podía caminar un poco más – el respiro estabiliza la parálisis del miedo, fue genial ver eso.
Seguí caminando y hablaba, tomaba puntos y perdonaba – por miedo a lo que la gente podría pensar, decir, actuar por hablar conmigo mismo, y cuando miraba hacia adelante varias veces sentía que las personas podrían darse vuelta y mirarme y yo mirándolas y no podría hacer el perdón, entonces hubo un momento en el que me di cuenta en que cuando mi vista estaba hacia abajo podía tranquilamente hablar y perdonarme sin ningún tipo de miedo que existiera y así fue, utilizo el mirar para abajo para caminar y verme a mí mismo, estoy ‘aquí’, en donde estoy caminando y me hablo a mi desde allí, ya no mirando hacia el horizonte a lo lejos donde percibo que le digo a los demás, en frente de ellos y ahí me di cuenta que todo comienza desde ‘abajo’, el ‘principio’, sin ningún salto, sin querer llegar a conclusiones rápido.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo subestimar a las personas por como ellos son y se han convertido y por lo tanto me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo subestimarme a mí mismo en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que debía de enseñar algo a los demás, subestimando a las personas y llegando a ellas desde esa confianza de saber que ellos son ‘menos que yo’ al percibir y creer que soy mejor por caminar un proceso.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo desarrollar una confianza sobre los demás, ésta en separación de uno mismo al percibir y creer que los demás son menos que yo y yo ‘compartiendo’ desde ese punto de vista, de confiar en que ellos me prestaran atención por ser ‘más que ellos’.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo permanecer al tanto de lo que los demás podrían llegar a ver en mí y lo que podría expresar conmigo mismo, en intimidad conmigo mismo ya que he creado una personalidad donde ‘yo soy más’ que ellos y verme perdonándome en una posición donde sería ‘menos’ sería inaceptable.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo percibir y creer que hay perdones en los cuales ‘soy menos’ y otros en los cuales ‘soy más’ y por lo tanto, me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo juzgar la expresión de uno mismo al hacer el perdón a uno mismo como superior e inferior en separación de uno mismo.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo permanecer ‘mirando al horizonte’ en vez de mirarme a mí mismo aquí en honestidad como uno mismo ya que le he dado más atención a ‘lo que expreso’, ‘como lo expreso’, ‘quien soy’, ‘como soy’ en relación al ‘ego’ que he creado al confiar en mi propia subestimación de hecho.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo suprimir y reprimir la expresión construida a lo largo de mi vida, generando otra capa por sobre esta la cual es tan limitada que no podría tomar dirección, expresión, ser, estabilidad y percepción clara ya que no estuve dispuesto a corregir mi estructura principal.

Me perdono a mí mismo que me he aceptado y permitido a mí mismo buscar conexión con los demás percibiendo y creyendo que ellos estaban al tanto de mí y buscando esa manera de conectarlos a lo que yo estaba haciendo/perdonando porque yo veía eso que estaba perdonando en ellos cuando en realidad sólo estaba abdicando mi propia responsabilidad al reflejar lo que he creado y manifestado en este mundo en separación de uno mismo.

Me comprometo a parar de subestimar tanto a los demás como a mí mismo.

Me comprometo a parar de juzgar toda expresión expresada como uno mismo para verlo por lo que es y comenzar desde ese punto de partida, de querer corregir lo que he hecho con mi propia expresión para darle dirección como uno mismo y cambiar.

Me comprometo a deliberadamente comenzar desde abajo para levantarme desde allí, teniendo como base los principios de unicidad e igualdad y desarrollando las habilidades de uno mismo.

Me comprometo a que la escritura y el perdón a uno mismo sean mi propia expresión y corrección para cambiar y moldear un ser que funciona en el sentido de lo que es mejor para toda la vida.

Me comprometo a levantarme y estar de pie por los principios de unicidad e igualdad incondicionalmente.

Me comprometo a caminar esta elección en Sentido Común y Honestidad como Uno Mismo.

Me comprometo a volverme a levantar y ponerme de pie cada vez que caiga y cada vez que mi ego se presente para mostrarme en donde me estoy resistiendo a cambiar.

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